“La Muerte y el Desgraciado"
Decía segura en voz baja: «no te acerques a mi casa».
La muerte siempre trabaja y de repente te abraza.
Ocúltate mientras puedas para que no te encuentre,
mientras mandes, no te excedas, aunque seas el presidente.
Da un brinquito al otro lado, escucha la voz del pueblo;
no seas tan porfiado o te matará el pecado.
Andá decile a tu mamá, que te dé agua de rosas,
porque a partir de mañana, te cambiarán las cosas.
Abuelito, avarito, si ya estás pensionado,
por favor deja un poquito, pa' los que están empezando.
No te creas inmortal, ve preparando tu bata,
porque ya viene el chacal por tu alma desdichada.
Autor: Óscar Rivera
Muy bueno.lo tuyo Oscar siempre escribiendo historias bien logradas.
ResponderEliminar